Cada cierto tiempo es necesario acceder a los componentes de nuestra pantalla para realizar labores de mantenimiento. Si no se tiene en cuenta a la hora de instalarla, cualquier ajuste posterior puede convertirse en una labor hercúlea, o puede incluso que haya que desinstalarla por completo, encareciendo enormemente lo que podría ser un ajuste mínimo.
Algunos fabricantes envían la pantalla para que el comprador la monte él mismo, ofreciendo un supuesto ahorro en el precio final, pero que puede suponer un desembolso mayor a largo plazo.
Hay dos formas de acceso, según dónde se vaya a instalar la pantalla: frontal y posterior. Esto es muy importante tenerlo en cuenta para poder realizar en el futuro un desacople fácil, rápido y seguro.
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