La publicidad en vídeo llama más la atención que la imagen fija. Uno se da cuenta de eso sólo con observar a las personas pasar por delante de cualquier soporte. Ver cómo ni se fijan en carteles y demás publicidad estática, cómo pasa desapercibida, y cómo después no pueden evitar girar la cabeza hacia una pantalla LED. No obstante, a nosotros no nos bastaba con eso. Necesitábamos datos concretos. ¿Cuánto más eficaz es?
Para averiguarlo, decidimos hacer encuestas en centros comerciales. Algunos de los comercios que allí ofrecen sus productos tienen una pantalla LED en el escaparate. Otros, por supuesto, no. Nos colocamos a la salida y pedimos a la gente que ya se disponía a marcharse que nos nombrara cinco tiendas en las que se habían fijado. Sin más datos. Cinco tiendas en general.
De entre todas las respuestas, el 84% correspondían a comercios con una pantalla LED. Los comercios que no tenían eran nombrados cada uno alrededor del 1%.
¿A qué se debe esto? A que es inevitable. ¿Cuántas veces has entrado a un establecimiento y ves que todo el mundo se gira a mirarte? El ojo humano tiende a mirar el movimiento como mecanismo de defensa. Es un acto reflejo.
¿Y qué conseguimos con esto? Potenciar la marca. Que tu producto quede en la memoria de la gente, incluso de forma inconsciente. Y así, cuando necesiten tu producto, serán en ti en quien piensen primero, y te buscarán. Y eso aumentará las ventas.
Pero también tienen otras ventajas, como el ahorro de costes:
- Imagina que colocas un vinilo en la ventana con una oferta determinada. Ese vinilo ha tenido que ser diseñado, impreso y colocado en el ventanal. Necesitas una persona que lo diseñe, llamar a la imprenta y otra persona que lo coloque. Al mes siguiente tienes otra oferta distinta. Vuelves a diseñar, imprimir y llamar al que lo coloca que ahora, además, tiene que quitar el anterior. Con una pantalla LED diseñas el spot y con un solo clic ya puedes visionarlo. Rápido, sencillo y barato. Ahora imagina que tienes varias ofertas interesantes, pero sólo un ventanal. Tienes que elegir la de mayor interés, mientras que en una pantalla LED puedes poner tantas ofertas como desees.
- Ahora vamos a compararlo con el buzoneo. Nuestra pantalla de Molina de Segura se encuentra en una localidad de 15.000 viviendas. El diseño de un flyer cuesta aproximadamente 100€, imprimirlos 150€, y la distribución no menos de 250€. En total 500€ para 15.000 visualizaciones. Nuestra pantalla se encuentra colocada en una carretera donde, según el ministerio de fomento, circulan más de 15.000 vehículos al día. El diseño del spot cuesta desde 150€, impresión no hay, por lo que su coste es 0€, y la distribución con la tarifa más cara es de 225€ al mes. Eso significa que por 345€ puede ser visto por los ocupantes de 450.000 vehículos. Siendo, recuerdo, la tarifa más cara. Disponemos de paquetes más económicos. Además, para el mes siguiente ya tienes el diseño hecho, por lo que sólo hay que abonar la cuota mensual, lo que llamamos la distribución, y así sucesivamente, mientras que en la publicidad tradicional, aún aprovechando el diseño, habría que volver a imprimir.
Aumento de ventas + Ahorro de costes = Mayor beneficio.
Las empresas que han adquirido alguna de nuestras pantallas, o se han anunciado en nuestros soportes, han declarado haber aumentado sus beneficios entre un 20% y un 30%.
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